La ciclovía de Mérida y Aristóteles
Envalentonada por las nuevas ciclovías y confiando que esta movilidad sustentable es un proyecto de comunidad donde todos podemos aprender y aportar algo, he decidido lo que por años postergué: usar con precaución y gozadera la bicicleta como medio de transporte. ¡Qué fácil e inmensa felicidad genera pedalear! El cuerpo es motor; los sentidos, aliados y amigos. Es gratamente distinto ver la ciudad a ritmo y perspectiva de ciclista, más ahora que los Maculís están en todo su esplendor. Mérida, que de por sí es bonita, ¡ahora lo es mucho más! He ganado espacios, he pasado por calles que hace más de veinte años no transitaba, he descubierto nuevas rutas y, por lo tanto, voy encontrando una nueva ciudad, pues incluso las calles que recorro en coche toman un matiz distinto. Más allá de los multi mencionados beneficios de andar en bici para la salud, lo más valioso es que estamos ganando espacios seguros. Porque una cosa es el encanto recreativo de la biciruta los domingos, y otra es la mer