Paisajes sonoros
Foto de Kay Lenze. El año pasado anduve coqueteando con suscribirme a Storytel, start-up sueca de audiolibros, algo así como el Netflix de la literatura. Bajé la app, busqué algunos títulos, vi de qué iba la cosa, escuché algunos tracks de prueba… y hasta ahí. Me ha tomado tiempo unirme a la tendencia de lectura en voz alta. Si lo he logrado es por mediación de los podcasts, que me han ido educando la atención auditiva mientras realizo otras actividades, principalmente correr. Oyéndolos pensé la importancia de darnos tiempo para dejar que las palabras hagan algo en nosotros. Así como podemos darnos la experiencia de ir a un museo —¿cuándo fue la última vez que, en tu vida cotidiana, no en un viaje, te hiciste un espacio para visitar algún museo, ver lo que exhibe y enriquecerte con algo nuevo que luego recuerdes, lo has hecho alguna vez?— así también podemos considerar darnos la experiencia de escuchar con todos los sentidos, para luego saborearlo. Me parece que vamos olvidando cómo